¿Por qué enfermamos? En la vida, al desarrollarnos, enfrentamos diversos obstáculos, que nos permiten crecer, conocernos, reflexionar o también vivir experiencias que marcan nuestra existencia, todos estos sucesos van quedando grabados en algún lugar de la mente, y conforme va pasando el tiempo, muchas veces llegamos a enfermar.

Cuando el ser humano padece una enfermedad, se recurre a medicinas que curan lo físico, fortalecen los órganos afectados y eliminan toda la sintomatología, y de esta manera se afronta la enfermedad, por un tiempo ésta desaparece y cuando vuelve a manifestarse se aplica el mismo método, y así de manera repetitiva sea cual fuese la enfermedad, volvemos a caer en ella.

Es preciso comprendernos como seres individualizados al momento de entender el origen de la enfermedad, si no hacemos un trabajo interno para poder apreciar el origen o las circunstancias de las que nace y se alimenta la enfermedad, ésta volverá a resurgir en otra parte del organismo.

Cuando nos enfermamos, no hay que afrontar la enfermedad con métodos para curar el cuerpo, para sanar es necesario observar dentro de uno mismo: los juicios que hacemos de esto o lo otro, son cargas psicológicas que deben cambiar; los recuerdos que albergamos y que muchas veces son registros de los malos momentos que vivimos y que debemos soltar, los sentimientos de culpa que nos invaden deben ser base para perdonarnos, las historias de vida son testimonios que debemos agradecer.

La gran mayoría de personas atribuyen a la suerte, o a una fuerza superior externa; la causa y la razón de todos los sucesos que enfrentan en la vida. Debido a este convencionalismo, el salir de la zona de confort imposibilita confirmar la verdad sobre la enfermedad que padecen y optan por una actitud de conformidad, adoptando una postura interna de víctima-protagonista del drama existencial, lo que genera impotencia.

Acerca de la enfermedad, Cáceres (2015) afirma: “El concepto de enfermedad en el sistema médico indígena andino, trasciende al simplemente de órgano afectado, la enfermedad involucra al ser humano como runa miembro de una comunidad, es decir, es colectiva comunitaria, por esta razón el tratamiento también es colectivo donde interviene la familia y la comunidad” (p. 30). La Tradición Andina entendía al ser humano como un ser integral parte de un todo.

Todos estos cuestionamientos de la enfermedad nos obligan a hacer un trabajo introspectivo de revisar nuestras relaciones familiares, profesionales, nuestras amistades, así como nuestro modo de adaptarnos a las circunstancias, al mismo tiempo que tomamos accion para sanar nuestro espíritu.